sábado, 22 de octubre de 2005

Me gusta el gladiolo


ME GUSTA EL GLADIOLO

Están sonando las cuatro en el reloj de la iglesia cuando se me ocurrió ponerme a escribir una carta ¡qué atrevimiento el mío! a una flor esbelta y larga, llena de colorido y hermosura. Su nombre es gladiolo.
Me gusta esta flor porque florece en cualquier época del año, porque mira el cielo con frescor, porque rompe el suelo con fuerza, porque resulta fácil de ver, porque no es difícil de encontrar. Me gusta porque no presume ni es engreída. No es altanera ni arrogante. Me gusta así. Me gusta que sea así. Me gusta la gente así.
Sí, me gusta la gente que sea así, como mi flor, espiritual, con idealismo en los ojos y con los pies en la tierra.
Me gusta la gente que ríe, que llora, que se emociona con una simple carta, con una llamada, con una suave canción, con una buena película, con un buen libro, con un gesto de cariño, con un abrazo, como mi gladiolo.
Me gusta la gente que ama y tiene nostalgias, que gusta de los amigos, que cultiva flores, que ama los animales, que admira paisajes, que entiende la poesía, que sabe escuchar. Me gusta la gente que tiene tiempo para sonreír, para pedir perdón, para repartir ternuras, para compartir vivencias y tiene espacio para las emociones, emociones que fluyen naturalmente de adentro de su ser, de su sótano hasta el piso más alto, como mi gladiolo, que desde el fondo de la tierra eleva su savia hasta el último de sus pétalos.
Gente que le gusta hacer las cosas que le gustan, sin rehuir las dificultades, por más desgastantes que sean, como mi flor, que sabe hacer ramo con el helecho y con la espina de la rosa. Me gusta la gente que ayuda, que orienta, que entiende, que aconseja, que busca la verdad y siempre quiere aprender, aunque sea de un niño, de un pobre, de un analfabeto.
Gente de corazón desarmado, con mucho amor dentro de sí. Gente que se equivoca y lo reconoce, que cae y se levanta, que asimila los golpes, tomando lecciones de los errores y haciendo redimir sus lágrimas y sufrimientos. Me gusta mucho la gente así...