sábado, 17 de mayo de 2008

Amar es una decisión

AMAR ES UNA DECISIÓN

1.- Un esposo fue a visitar a un sabio y le dijo que ya no quería a su esposa y que pensaba separarse.

El sabio lo escuchó, lo miró a los ojos y solamente le dijo una palabra: "Ámala". Luego se calló.

"Pero es que ya no siento nada por ella", insistió el esposo.

"Ámala", respondió el sabio.

Y ante el desconcierto del esposo, después de un oportuno silencio, el viejo sabio agregó lo siguiente: "Amar es una decisión, no un sentimiento. Amar es dedicación y entrega. Amar es un verbo que invita a la acción y el fruto de esa acción es el Amor. El Amor es un ejercicio de jardinería: arranca lo que hace daño, prepara el terreno, siembra, sé paciente, riega y cuida. Debes estar preparado porque habrá plagas, sequías y exceso de lluvias... más no por eso abandones tu jardín. Ama a tu pareja, es decir, acéptala, valórala, respétala, dale afecto y ternura, admírala y compréndela. Eso es todo: ¡Ámala!”

2.- El amor es la base de la familia; el amor en palabras de San Pablo a los Colosenses, es el ceñidor de la unidad. Del amor nacen la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión, todas las virtudes que adornan y sostienen la vida del matrimonio y la comunidad. Si falta el amor todo se derrumba.

Pero, ¿qué es amar? No es "poseer" al otro, no es "utilizar" al otro, no es "servirse del otro". Amar es darse, entregarse, es una "autodonación" de tu propia vida. Es tener al otro como en un pedestal valorando todo lo bueno que tiene y disculpando sus defectos, ¿quién no los tiene? Algunos se empeñan en poner en crisis la familia, sin darse cuenta de que si la familia se viene abajo se derrumba también la sociedad. Pero el amor sigue reinando, a pesar de todo.

3.- Nazaret es la primera escuela de amor. Hoy día la familia sigue siendo la primera escuela, donde el niño se impregna de los auténticos valores. Los niños son esponjas, que observan e imitan lo que hacen los padres.

La familia es la primera escuela de educación en la fe, es donde se asume la actitud ante la sociedad y el prójimo. Los hijos aprenden a amar en cuanto son amados gratuitamente, aprenden el respeto a otras personas en cuanto son respetados, aprenden a conocer el rostro de Dios en cuanto reciben su primera revelación de un padre y una madre llenos de atenciones. Cuando faltan estas experiencias fundamentales es el conjunto de la sociedad el que sufre la violencia y se vuelve, a su vez, generador de múltiples violencias.

El consumismo, el individualismo, la incomunicación, la falta de maduración son los auténticos enemigos de la familia. Esto hace que muchas personas busquen únicamente su propio bien o interés personal, arrinconando a los ancianos porque estorban, retrasando la llegada de los hijos porque son una carga para "el disfrute de la vida".

La familia de Nazaret pasó por muchas dificultades económicas y sociales, pero todo lo superó porque estaba cimentada en la roca firme del amor y de la confianza en Dios. No seamos pesimistas, pues sigue triunfando el amor y nadie podrá detener la energía y el calor que irradia un hogar donde se vive de verdad la mutua entrega.